La enfermedad de Peyronie es una alteración relativamente común que sucede debajo de la piel del pene en el cual se forma un tejido cicatricial fibroso llamado placa. Es vulgarmente conocida como fractura de pene o rotura de pene, aunque el mismo no tiene hueso ni es un músculo.
Esta placa se forma en un tejido fascial que envuelve el pene conocido como túnica albugínea; esta túnica se encuentra por dentro del pene y ayuda a mantenerlo rígido durante la erección.
La placa en su fase agua o inflamatoria, que puede durar hasta 18 meses, provoca dolor y con forme va evolucionando tira de los tejidos cercanos causando una deformidad o curvatura del pene notable generalmente durante la erección; con el tiempo puede ir curvando cada vez más el pene, causando dolor sin que haya una erección o provocando erecciones dolorosas junto con dificultad o imposibilidad de llevar a cabo una penetración sexual.
Las curvaturas pueden ser de distintos grados hacia uno de los lados del pene o hacia arriba.
En la fase crónica, tras 18 meses, el dolor disminuye pero la deformidad se mantiene y la fibrosis puede llegar a calcificarse provocando que el tratamiento sea más difícil.
Causas
La causa exacta es desconocida, pero hay evidencia de que la aparición de la enfermedad ocurre cuando el pene esta erecto y se dobla bruscamente causando una lesión de la túnica albugínea que daña el tejido o la microcirculación.
Puede aparecer por una lesión o traumatismo sexual durante algunas posturas sexuales como “la pose del perrito” o la “vaquera” en donde la pareja se sitúa encima del hombre y durante un momento desacompasado el pene se golpea contra el periné o el pubis produciéndose la lesión; esta lesión provoca un hematoma en el pene y deformidad.
Actividades no sexuales como deportes que causen microlesiones repetidas en el pene también pueden producir esta enfermedad.
Hay estudios que sugieren que una reactividad inmunitaria puede predisponer a padecer de la enfermedad de Peyronie.
Es importante aclarar que esta enfermedad no es contagiosa.
Factores de riesgo
Algunos otros factores de riesgo aparte de los mencionados anteriormente son:
- Antecedentes familiares de la enfermedad de Peyronie
- Enfermedad de Dupuytren
- Esclerodermia
- Lupus eritematoso
- Diabetes Mellitus con disfunción eréctil
- Antecedentes de tratamiento para el cáncer de próstata con cirugía
- Envejecimiento
- Fascitis plantar
Diagnóstico
Los hombres que presenten síntomas como protuberancias duras en uno o mas lados del pene, dolor durante las erecciones o relaciones sexuales, cambios en el pene como curvatura del pene con o sin erección, estrechamiento o acortamiento y disfunción eréctil deben consultar con el médico urólogo para el adecuado diagnóstico.
Tratamiento médico
En muy pocos casos la enfermedad desaparece sin tratamiento; el urólogo puede recomendar tratamientos farmacológicos incluyendo inyecciones, medicamentos orales y terapias (dispositivos mecánicos de tracción y ondas de choque de baja intensidad).
El tratamiento quirúrgico se indica para aquellos casos que no han podido resolverse con tratamientos conservadores y de fisioterapia que presenten deformidades importantes, calcificación o incapacidad para el coito con penetración. La elección de la técnica quirúrgica depende de factores como el grado de deformidad, la longitud del pene, la función eréctil y las expectativas del paciente.
Tratamiento mediante fisioterapia
Tan pronto la enfermedad ha sido diagnosticada es importante empezar con el tratamiento de fisioterapia en su fase aguda para eliminar el dolor, reducir la deformidad y evitar el avance de la enfermedad.
En caso de requerir cirugía, la fisioterapia ayuda a preparar los tejidos para un mejor resultado quirúrgico y una pronta recuperación.
Entre las técnicas a usar están:
- Diatermia por radiofrecuencia o Tecarterapia
- Terapia manual
- Ejercicios de tracción
- Estiramientos
- Terapia de tracción con dispositivos o bombas de vacío para usar en casa
- Ultrasonido con iontoforesis
El tratamiento mediante la fisioterapia debe ser complemento del trabajo de otros especialistas como lo son el médico urólogo o el sexólogo con el fin procurar la mayor taza de éxito.
Autora: Carla Villalobos, fisioterapeuta especialista en suelo pélvico
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